LAS 5S Y EL EMBUDO DE CONVERSIÓN EN EL PUNTO DE VENTA (PDV)

Utilizar herramientas clave como las 5S y el embudo de conversión para optimizar las operaciones en el PDV es clave. Las 5S centran su atención en mejorar la eficiencia y la organización, mientras el embudo de conversión guía las estrategias de marketing y ventas para maximizar la tasa de conversión.

Dos herramientas clave para la gestión del entorno dentro del PDV son las 5P y el embudo de conversión, aunque ambas tienen enfoques diferentes se complementan para lograr mejores resultados, la primera una se encarga de la optimización del espacio físico dentro de la tienda, y la segunda del proceso de venta. 

Las 5S son una metodología oriental proveniente de Japón, utilizada para mejorar la organización, productividad y eficiencia en los lugares de trabajo, estos principios sustentan que, un entorno ordenado y limpio facilitan el trabajo, reducen errores y aumentan la seguridad.

Cada una de las fases del proceso de la organización, inicia con una S y son 5, por ello se les conoce como las 5S:

  • Seiri 整理 (clasificar, separar). – Este aspecto se enfoca en mantener solo los elementos que son realmente necesarios para el trabajo eliminando los inútiles o innecesarios.
  • Seiton 整頓 (ordenar, organizar). – Mantener un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar haciendo que sea fácil de encontrar y usar.
  • Seiso 清掃 (limpiar a fondo). – No solo se trata de limpiar la suciedad y desorden en el lugar de trabajo, sino mantenerlo así incluyendo equipos y herramientas.
  • Seiketsu 清潔 (estandarizar). – Esta fase engloba los tres primeros para que se conviertan en una práctica habitual y no esporádica, por lo que deben se crear los procedimientos y normas que permitan hacerlo.
  • Shitsuke 躾 (tener y mantener la disciplina). – En esta última fase de la metodología de las 5S se promueve la responsabilidad y el autocontrol para que sea sostenible en el tiempo, formando hábitos y una cultura de mejora continua dentro de la organización.

Si bien las 5S se utilizan en la producción son perfectamente aplicables a otros sectores productivos, pues mejoran la eficiencia, calidad y seguridad en el trabajo.

Las 5S son una metodología aplicable al PDV y contribuyen significativamente la gestión y eficiencia:

Mejoran la eficiencia operativa. – Cuando un PDV se encuentra organizado y ordenado el personal puede acceder con facilidad a los productos o herramientas que necesita para desempeñar su trabajo optimizando el tiempo para realizarlo y disminuyendo los costos operativos, en consecuencia, se brinda una mejor experiencia al consumidor.

Incrementa la satisfacción del consumidor. – El ambiente y aspecto del PDV son aspectos cruciales para la elección de compra, en este sentido, conservar los espacios limpios, ordenados, con productos siempre disponibles y de fácil acceso brindan gratas experiencias de compra y se incrementa la tasa de conversión.

Aprovechamiento de los espacios. – Los PDV tienen espacios limitados y aprovechar al máximo el uso de cada metro con una distribución optima de los productos es crucial y las 5S contribuyen a que se convierta en una realidad.

Seguridad en el trabajo y en PDV. – La seguridad para el personal y los consumidores que acuden a los PDV a realizar sus compras es fundamental, por lo que mantener los espacios limpios y organizados, evita accidentes, disminuye los riesgos en el trabajo de las personas que ahí laboran y evita que los clientes puedan tener alguna caída o percance, podrán desplazarse en la tienda sin sufrir ningún inconveniente de forma segura y con libertad, lo que mejora la experiencia de compra.

Eficienta la gestión de todas tus operaciones en el PDV aplicando la metodología de las 5S de forma eficiente y sencilla:

  • Seiri (clasificar, separar). – Realizar un análisis de todos los productos ofrecidos en el PDV y eliminar aquellos que no se venden o simplemente están obsoletos.
  • Seiton (ordenar, organizar). – Organización lógica y fácil de ubicar de los productos incluyendo el etiquetado correcto, utilizar carteles visibles y establecer zonas de almacenaje definidas.
  • Seiso (limpiar a fondo). – Contar con pasillos despejados para el libre tránsito, todo perfectamente limpio y ordenado como parte de las actividades permanentes de la tienda.
  • Seiketsu (estandarizar). – Contar con horarios fijos previamente establecidos para la organización y limpieza con protocolos para mantener todo es orden y limpio.
  • Shitsuke (tener y mantener la disciplina). – Fomento de la cultura organizacional valorando la importancia de la limpieza y el orden.

La implementación de la filosofía de las 5S contribuye a mejorar la tasa de conversión, la cual, es crucial para toda empresa, de ahí la importancia de conocer el recorrido que realiza el consumidor potencial desde que entra en contacto con el producto hasta que realiza la compra, para de esta forma, eficientar dicho proceso en cada una de sus etapas, a lo anterior se le conoce como embudo de conversión.

Las 5 etapas del embudo de conversión:

  • Conciencia. – Cuando el consumidor toma conciencia de la existencia de un producto o servicio.
  • Interés. – El consumidor investiga -por diferentes medios- o interactúa con un producto que ha sido de su interés en el PDV.
  • Consideración. – El consumidor evalúa las diferentes opciones disponibles.
  • Intensión. – El consumidor ya tiene el deseo y la intensión de comprarlo, pero aún no toma la decisión final.
  • Compra. – Se completa el proceso de compra cuando el cliente adquiere el producto.

Algunos de los puntos más destacados en los que ayuda a las empresas el embudo de conversión en el PDV son:

Identificar y resolver las barreras en el proceso de compra. – Cuando se realiza un análisis sobre el proceso de compra se puede identificar que parte de dicho proceso ha sido interrumpido y porque no se realizó la compra, para tomas las medidas necesarias y corregir el obstáculo.

Generar experiencias de compra memorables. – Cuando existe un conocimiento a profundidad el sobre el recorrido del cliente en el proceso de compra, se pueden crear acciones que generen experiencias atractivas y eficaces que lo inviten e impulsen en cada etapa del embudo de conversión para que siga avanzando hasta realizar la compra.

Incremento en la tasa de conversión. – Si la empresa es capaz de identificar las etapas críticas, se pueden diseñar estrategias de marketing que contribuyan a aumentar las probabilidades de que el consumidor potencial pase cada etapa hasta convertirse en un cliente.

Utilización del merchandising. – Hacer uso de las herramientas que el merchandising ofrece tanto en el diseño como en la disposición del PDV. Ambos son indispensables para atraer y captar la atención del cliente en la etapa de conciencia.

Implementación de marketing promocional. – Fomentar el interés del consumidor mediante promociones, descuentos u ofertas en el PDV.

Personal capacitado. – El trabajo que realizan los promotores en el punto de venta es clave para guiar al consumidor por las distintas etapas del embudo, en particular en la etapa de consideración, por ello, la capacitación del personal es de suma importancia. Un equipo preparado incrementa la tasa de conversión.

Facilitar la compra. – El proceso de compra debe ser sencillo y fácil para el consumidor, se deben eliminar cada una de las fricciones que puedan disuadir al consumidor en la etapa de intención.

Utilizar herramientas clave como las 5S y el embudo de conversión para optimizar las operaciones en el PDV es clave. Las 5S centran su atención en mejorar la eficiencia y la organización, mientras el embudo de conversión guía las estrategias de marketing y ventas para maximizar la tasa de conversión.

Este post busca reforzar las actividades que actualmente realizas en el PDV, por tal motivo, te invitamos a compartirlo en todas tus redes sociales con tus familiares y amigos.

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